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Fin de año

Navegando ayer por Internet, saltando de blog en blog a ver qué encontraba, descubrí uno en el que hacían referencia al grupo The Moon and the Nightspirit, una banda que trae, con su música, reminiscencias de tradiciones perdidas, ritmos hipnotizantes que, por un lado, me recuerdan a la música viajera de Loreena McKennitt y, por otro, cantos medievales de singular belleza.




Termina hoy el año en el que descubrí la singular epopeya de los Stark en la Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin, que tantas veces habré referido y referiré por estos pagos, y lo hace despidiéndose esta tarde con el embrujo del medioevo, su música, su épica y, por qué no, con un vibrante vino caliente especiado.

¡Salud, y feliz nuevo año!

Dexter


Siempre he sido bastante ecléctico en lo que a gustos se refiere, y por tanto no es de extrañar que en mi etapa –más infantil que juvenil- de profundo entusiasta de la Inglaterra Victoriana fuese tan admirador del personaje más universal de las letras inglesas (hablo de Sherlock Holmes, y corríjanme si me equivoco ante tamaña afirmación) como del desafortunadamente real Jack el Destripador. Tal vez debido a esto, no debería resultar inusitada la afirmación de que el personaje de Dexter me resulta especialmente atractivo.

Descubrí al encantador asesino en serie de Miami gracias a la fervorosa recomendación de una amiga, aunque no fue hasta transcurridos unos meses de su comentario que, casualmente vi un capítulo de la serie de televisión y, recordando su entusiasmo, me dispuse a verlo. La verdad, he de admitirlo, me encantó. Dexter, en televisión, piensa como un asesino pero no deja de ser adorable. Descubierto el placer, devoré con ansia toda la primera temporada, y a continuación, la segunda de esta increíble serie. Entretanto, había descubierto que –supuestamente- el argumento de aquella estaba basado en una serie de libros escritos por Jeff Lindsay, y como no hay libro que se me resista –de momento, que aún no he probado con el Ulises de Joyce, y me comentan por aquí que tiene un trago-, me dispuse a conseguirlos. Afortunado de mí, fueron cayendo en mis manos en sucesivas entregas, presentes siempre de mi pequeña Lycis.

Lo primero que he de decir es que la serie no sigue (excepto la primera temporada, y sólo parcialmente) los argumentos de los libros. Bien, por un lado, ya que así tenemos Dexter para rato. Mal, por otro, porque si bien el Dexter de los libros es más ácido en sus comentarios y despiadado en sus acciones que el de la serie, también es un poco menos encantador, aunque sigue cayendo bien, eso sí. En cuanto a los libros en sí, la traducción (en particular, el primero de ellos, El oscuro pasajero) es bastante mala, aunque gana unos puntos en el segundo (Querido Dexter) y tercer libro (Dexter en la oscuridad) publicados.

Como apuntaba unos días atrás, el último de ellos había caído en mis manos hacía poco, y precisamente esta mañana he terminado de leerlo. Lo he devorado, literalmente, y es que aunque la trama no resulta demasiado novedosa (después de combatir al asesino del camión de hielo en el primer libro, y enfrentarse a un doctor un tanto chiflado en el segundo, Dexter parece llegar al Templo Maldito de Indiana Jones para encontrarse con los malos de El secreto de la pirámide), el libro engancha.

Ahora, tengo pendiente la tercera temporada que, por lo que he leído por ahí, parece prometedora. Ah, y según parece, Lindsay pretende sacar un cuarto libro en 2009. A ver si tenemos suerte, y se le va un poco menos la pinza cuando lleve a Dexter a París. Sí, dejamos la jungla que parecen ser las calles de Miami para volar a Europa. ¿Visitará nuestro asesino en serie preferido la Rue Morgue? Habrá que esperar un poco para saberlo.

Olvidos

Ayer escribía sobre las vacaciones y mi afán lector, comentando que posiblemente me dejase algunos libros en el tintero. En efecto, así era; un par por omisión (Dexter en la oscuridad, la tercera parte de la serie de libros sobre nuestro asesino en serie preferido, que comencé ayer mismo, y El experimento del doctor Heidegger, de Hawthorne, al que tengo unas ganas inmensas de hincar el diente. Para colmo, hoy he estado junto a Lycis en una librería de viejo de Torremolinos (ya escribiré por aquí o por allí sobre ella), y se han venido para casa, entre otros, Vathek de Beckford, La colina de Watership, de R. Adams, El quinto hijo, de la Nobel Doris Lessing y El hombre que calculaba, que me recomendase años atrás un amigo argentino durante la visita a la Alhambra en la que disfrutamos, tanto Lycis como yo, de su siempre grata compañía.

En fin, más lecturas para el mismo tiempo. A ver cómo me organizo para disfrutarlas al máximo estos días. Salud.

Vacaciones

El tiempo pasa volando, y ya es Navidad un año más. "Somos más viejos y sinceros, y qué más da", cantarían nuestros Héroes, y ciertamente así es.

Ha transcurrido casi una semana desde que pude coger vacaciones, y apenas me he enterado. Sigo acumulando cansancio y tedio, y sé que enero alberga una cuesta bastante pronunciada: en el trabajo, tendremos muuuucha tarea, y tenemos que encontrar piso y hacer mudanza. Creo que sueño con que llegue febrero y estemos totalmente establecidos.

Entretanto, he descubierto la bella música de Amy MacDonald, ando escuchando el disco We Wish You A Metal Xmas, para no romper con la tradición, y se me acumulan los libros para leer: El amante bilingüe de Marsé, El viaje del elefante de Saramago, la relectura de Las aventuras del buen soldado Svejk de Hasek, el descubrimiento, ocho años después de su genial Olvidado rey Gudú, de la nueva novela de Matute, Paraíso inhabitado, además de algún otro libro que seguro me dejo olvidado. Ah, y sigo inmerso, lo que puedo, en el fascinante periplo de los Stark, Lannister y Baratheon bajo una Tormenta de Espadas que sólo un genio como George R.R. Martin podría imaginar.

Y con todo esto de por medio, se me ocurre abrir un nuevo blog. Sí, es cierto: en ocasiones, se me va la pinza.




Felices fiestas.

Nuez de pecana

Quienes me conozcan bien saben que no me puedo resistir a los frutos secos, y que mi perdición son las nueces y avellanas, por este orden. Ayer una alumna de Lycis trajo una bolsita de nueces de pecana (Carya illinoinensis), que había visto en ocasiones pero que nunca había probado.

Son deliciosas, con un sabor parecido al de la nuez común aunque bastante más persistente. Y, para redondear la jugada (aunque su forma sea algo más alargada), no necesitan de cascanueces o artilugio alguno para ser abiertas y degustadas. ¡Manjar de dioses, que os lo digo yo!

Es La Opinión de Iñaki Gabilondo en las noticias de Cuatro, y corresponde al 8 de diciembre. Me encantó, más que nunca, y aquí lo dejo para quien guste leerlo y reflexionar sobre ello:

"El diputado de Esquerra Republicana Joan Tardá dice una barbaridad y su partido en vez de adelantarse a todos y recriminarle, le protege. Hay que quitarle importancia porque Tardá es de los nuestros. Lo mismo hace el PSOE con el alcalde de Getafe, es de los nuestros. El PP que se escandaliza por estos exabruptos se pasó sin embargo la última legislatura insultando a Zapatero en las calles y en el Parlamento, sin escandalizarse nada. Los casos de corrupción municipal son para cada partido leves, graves o gravísimos en función de quién sea el corrupto, depende de si es o no de los nuestros. Y deben provocar dimisiones o no, y han de seguirse responsabilidades o bien cuando se denuncian los hechos, o sólo cuando se produce la imputación, o sólo cuando hay sentencia, o sólo cuando se resolvía el recurso, o nunca según sean o no de los nuestros. Otro caso, el asunto de la presunta complicidad española con los vuelos de la CIA, es un asunto que le estaría pareciendo gravísimo al PSOE, al PP si estuviera claro que sólo le iba a afectar al otro. El grado superlativo de esto de "es de los nuestros" lo alcanzan los Batasunos, que no pueden condenar los asesinatos de ETA porque eso sería simplificar, pero condenan cualquier detención de ETA sin miedo a simplificar. En el lado "chusco" nos encontramos con Rajoy, al que cualquier cosa le parece una ocurrencia, lo dice mucho, pero que no ha encontrado nada extraño en la gamberrada de Educación para la Ciudadanía en inglés. En fin, ya sabemos que los partidos políticos son de hecho la institucionalización de la parcialidad, responden a un sano principio, el principio de que nadie está en posesión de la verdad y cada partido defiende su legítima percepción de las cosas. Pero se supone que en algún lugar de su horizonte está el bien común y el sentido común. No pueden arrastrarnos a su forcismo o a su ceguera, porque los ciudadanos también somos de los nuestros".
Como última puntualización, cabe mencionar el elevado número de correcciones que hemos tenido que llevar a cabo en el texto arriba expuesto. Es una vergüenza que en innumerables sitios web y más flagrantemente en los titulares de noticias se agolpen las faltas ortográficas y errores gramaticales. Por lo que respecta a nuestra lengua, en ocasiones dan ganas de gritar aquello de "sálvese quien pueda". Señores de Cuatro, profesionales de la comunicación en general, hagan aquello que llaman "acto de contricción" y pónganse las pilas antes de que acabemos todos volviendo a la escritura jeroglífica para hacernos entender.

Nuevamente por aquí

Antes tenía una buena medida para saber hasta qué punto no tengo vida en un determinado momento: si apenas leo libros, si la lectura de aquél con el que estoy se prolonga durante semanas y semanas… quiere decir que empiezo a no tener vida, generalmente porque en ese periodo, por uno u otro motivo, estoy trabajando demasiado.

Ahora, a la anterior, se suma otra. Si pasan dos meses sin actualizar La Dehesilla News, un par de semanas sin introducir información en Lobosoft, o un mes en este propio blog… las cosas no andan demasiado bien.

He roto la maldición. He publicado algo en los tres. Esperemos que dure. Saludos.

Reflexiones...

Hace ya un mes que no paso por aquí, e incluso esa visita fue breve, para incluir una canción que me rondaba la cabeza en esos días y que me ha acompañado hasta hoy. El invierno está llegando, como reza el lema de la casa Stark en Canción de Hielo y Fuego, y ni por esas saco tiempo para escribir en el blog. Tanto este proyecto, el más anárquico de los blogs que mantengo (sobre todo por lo personal y lo dispar de las entradas que lo componen), como La Dehesilla News, el primero de ellos, han sufrido mucho el impacto de mi inapetencia escritora y la acumulación de trabajo. Lobosoft, el de índole más profesional y más activo, ha pasado también un par de semanas en barbecho. Espero que ahora que se acercan las navidades, si consigo tener un poco más de tiempo, pueda sentarme a escribir por aquí y a reflejar algunas otras cositas que se me pasan por la cabeza. En ocasiones pienso que sería mejor unir todos en un único blog, porque así no se resentirían tanto individualmente por la falta de tiempo. Pero cuando he optado por hacerlo he visto lo dispares que son los temas que trato, y que a quien lee las Andanzas de un Trotalomas no tienen porqué interesarle los otros. Pueden visitarlos a través de los enlaces que tienen los blogs, por eso mismo, ¿por qué unirlos y perder (más aún) la cohesión entre los temas? Pero cuesta, cuesta sacar el tiempo para estos pequeños hijitos que lo devoran a uno y le exigen su tiempo.

Hasta que llegue el momento de sentarme a escribir, el blog sigue en coma, que no muerto.

Deseo que no por mucho tiempo.

Feliz puente de la Constitución.