Trotalomas es aquel que camina por el placer de hacerlo, descubriendo a cada paso lo que el viaje quiere regalarle. No importa la meta, ni dónde llegar, ni tan siquiera cómo hacerlo, o si realmente llegamos a la misma, porque en verdad no existe como tal.
El trotalomas se deleita con el recurrente canto del chotacabras, con el frío cierzo o el calor estival de Tabernas. Los libros son el único peso de su mochila, pero se dejan llevar como si fuesen historias narradas a la luz de las hogueras de tiempos inmemoriales, cargadas de humo y silencios.
El trotalomas estuvo, antaño, en otros lugares, y puede que retorne a algunos, pero no es algo que le preocupe. El enclave no es lo importante, sino la compañía que nos permita disfrutarlo.
Por todo eso, traigo aquí el blog que comencé a escribir hace meses, recuperando algunas de las entradas. Otras, con el tiempo, puede que retornen, y las más quedarán en su antigua ubicación. Y continuaré leyendo, como siempre, el noticiario amigo de La Dehesilla News , puede que de forma más espaciada, pero siempre presente.
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