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Los restos del naufragio


Transcurre una semana desde la última entrada viva del blog. Seis entradas perdidas, algunas de ellas traídas desde lo más profundo y perdidas por siempre otras, las más banales, podrán ser recuperadas. Un cambio en el servidor de bases de datos del hosting usado para dar soporte a este blog ha provocado la pérdida de esta valiosa (para mí al menos lo era) información. Aun cuando he escrito al proveedor de hosting para ver si mantuvieron copia de las bases de datos alojadas en los antiguos servidores, antes de que hicieran el cambio, prefiero no albergar esperanzas vanas.


Entre los restos podemos encontrar la ilusión tras la instalación del XNA, un comentario sobre el Prince of Persia y el God of War, la canción Camino Soria, una sonrisa por mi querido Lupi, la lectura (acabada ya, pero no entonces, cuando lo escribí, de Historia del Rey Transparente), y una reflexión sobre el devenir de los tiempos, que fue el que más me dolió perder.


Ayer habría quemado las naves por completo. Hoy, cual Robinsón, empiezo a recoger los maderos hinchados, los restos de cuerda. Haremos con ellos una balsa, sin dar todo por perdido.




Los restos del naufragio quedaron esparcidos o desaparecidos o rotos,
nos queda el presente que ya es suficiente y no nos debe faltar,
nos queda la suerte que si se balancea un poco, nos puede tocar.
Nos queda Oaxaca, Peyote, San Pedro y amigos
que no nos quieren cambiar.
Nos quedan canciones que llenen los corazones
y sobre todo la de los demás.
Nos queda el mar y un buen pescado que comer a tu lado
y eso solo será si vuelves, claro!.
Los restos del naufragio quedaron esparcidos o desaparecidos o rotos.


Nos queda Leonard Cohen, Tom Waits y Nike Cave,
Jaime Santiago el Loco y Andres
Charly, Fito, Espineta, Erica Andrea y como no, esa mi Julieta.
Nos queda Vennarech, Marrakech, Cadiz, Buenos Aires
y Santo Domingo si nos dejan volver.
Las señoritas que aun no conocemos, nos queda la plaza
cuando la gente se vaya.
Nos queda el mar y un buen pescado que comer a tu lado
y eso solo será si vuelves, claro!.
Los restos del naufragio quedaron esparcidos o desaparecidos o rotos.

(Enrique Bunbury, Los restos del naufragio)

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